miércoles, 5 de marzo de 2014

Meditación del domingo 09 de marzo de 2014



Primer Domingo del Tiempo de Cuaresma

Escuchar la voz de Dios o del enemigo

Estamos en el segundo relato de la creación que aparece en el libro del Génesis y encontramos una escena dramática: ¿En dónde reside el drama? Yahvé le dice al hombre: Puedes comer todo lo que quieras de los árboles del jardín, pero no comerás del árbol de la Ciencia del bien y del mal. La serpiente, por otra parte, le dice a la mujer: ¿Es cierto que Dios les ha dicho: No coman de ninguno de los árboles del jardín?. El enemigo cambia las palabras de Dios. Incluso las consecuencias de no seguir sus planes. Dios les ha dicho que si comen morirán. La serpiente les dice que si comen se les abrirán los ojos y serán como dioses. ¿A quién creerle? ¡Parece obvio! Adán y Eva se olvidaron que eran creaturas y quisieron ser dioses. Dios les había dado la vida y ellos, siguiendo un consejo equivocado, eligieron el camino de verse apartados de su creador. ¡He aquí el drama!

El Salmo 50 continuamente es relacionado con el pecado de David: enamorarse de las esposa de su mejor guerrero. Mandar a este soldado a una batalla y dejarlo morir en ella para quedarse con su mujer. ¡Un gran pecado! Por otra parte, el Salmo también nos recuerda que el Profeta Rey, David, se  arrepintió profundamente: ayuno, lloró, suplicó por los inocentes y pidió recibir en carne propia el castigo de Dios… pero el Señor al ver su arrepentimiento lo perdonó: ¡Un gran gesto de la Misericordia divina!

San Pablo en la Carta a los fieles de Roma presenta al antiguo hombre por el que viene la condenación: Adán. Y por otra parte al Hombre Nuevo por el que viene la salvación: Cristo. La reflexión del Apóstol nos hace ver que por un hombre nos viene la muerte y por otro la vida. Pablo hace ver que la acción del Señor es más grande precisamente porque no sólo nos ha creado, nos sostiene, nos perdona, nos salva y además: ¡nos vuelve a dar vida aunque hayamos probado la muerte! Si tenemos en cuenta lo ya dicho no podemos comparar las consecuencias del pecado y de la gracia. ¡La gracia de Dios siempre será infinitamente más grande!

La vida pública de Jesús, una vez que ha dejado la tranquilidad de Nazaret, se verá puesta a prueba antes de iniciar su misión por las tentaciones en el desierto. El enemigo lo pondrá a prueba en tres áreas importantes de su ser Dios y Hombre: La primera tentación es acerca de lo que sostiene al ser humano: el alimento. El maligno le pide convertir piedras en panes, Jesús sabe que no sólo de pan vive el hombre sino de la Palabra de Dios. La segunda tentación será poner a prueba el cuidado de Dios por su Hijo con una prueba absurda: Tirarse de la parte más alta de la muralla del templo sólo porque la escritura decía que llegarían los ángeles… Y la tercera es acerca de reconocer cual era el verdadero Dios: el enemigo le presenta todos los reinos diciéndole que le serán dados si es capaz de arrodillarse y adorarlo. Jesús, la Palabra hecha carne, conoce el verdadero sentido de las verdades de Dios y es por eso que es capaz de desenmascarar las mentiras del enemigo que intenta malinterpretar la verdad de la Palabra para sembrar la muerte.

P. Óscar Alejandro Hernández Zavala, m. j.