sábado, 15 de diciembre de 2012

Video reflexión Tercer Domingo de Adviento



Video reflexión del Domingo 16 de diciembre de 2012

Les comparto la video reflexión para este Domingo tercero del tiempo de Adviento. La puedes encontrar al final de este Blog de San Esteban o bien dando un click a la siguiente dirección:


Reflexión domingo 16 de diciembre de 2012


Tercer Domino de Adviento

Esperar al Señor con Alegría
  
Hoy la liturgia nos ofrece en la primera lectura una parte del breve libro del profeta Sofonías. Este libro, de apenas 3 capítulos, nos habla del día del Señor. El día del Señor es un día en que Dios destruirá la idolatría, acabará con las naciones enemigas del pueblo elegido, y quitará a la gente altanera y orgullosa de en medio del pueblo de Israel. Sólo quedará gente humilde y sencilla que tendrá como virtudes la confianza, la sinceridad y la justicia. En esta confianza de la acción de Dios se invita, a los que siguen el camino del Señor, a alegrarse porque lejos de sentirse atemorizados por el castigo deben experimentar su presencia, su salvación, su amor y su alegría.

Hoy el capítulo 12 del libro de Isaías es proclamado a modo de Salmo responsorial en la liturgia y el tema de este capítulo es una acción de gracias, de parte del pueblo, debido a que Dios le ha permitido volver a su tierra después de haber sufrido la esclavitud en una patria extraña y opresora. El que regresa de esa dura experiencia sabe que el pueblo ya no siente la tristeza de sentir que Dios estaba lejos sino que por el contrario experimenta su cercanía, gustan de su salvación. Es tan clara su salvación que el fiel está invitado a anunciar y a gritar con alegría esa gran acción del Señor a favor de su pueblo.

San Pablo, desde la prisión, escribe una carta a la comunidad cristiana de Filipo. El Apóstol les hablará a los cristianos de esa comunidad acerca de las diferentes dificultades sufridas por Cristo no sólo en su persona sino también de las adversidades que ellos viven y de las dificultades a las que tienen que hacer frente. Los previene contra los que quieren que tomen costumbres judías, los pone en alerta invitándolos a mantenerse unidos. Los anima para que sigan siendo esa comunidad que ama a Cristo pues Pablo sabe, por experiencia propia que sólo el Señor es lo que le da vida a él y a la comunidad. Sólo en Jesús la comunidad puede encontrar y testimoniar esa alegría. Pues el apóstol sabe que el que espera al Señor, imitando sus virtudes, es el único que puede experimentar, continuamente, el verdadero gozo.

El domingo pasado reflexionábamos, también con el evangelista Lucas, acerca de preparar el camino del Señor. ¿Cómo era preparar ese camino? Con actitudes de conversión, con un cambio de vida. No basta recibir el bautismo de Juan para salvarse: el cambio de vida debe manifestarse en algo más profundo. Por esto el Bautista invita a la gente a compartir el vestido, la comida. A los cobradores de impuestos los invita a no robar. A los soldados los invita a no amenazar, a no acusar injustamente y a no querer tener más de lo que reciben como sueldo. Cada uno en su nivel de vida debe ser signo no sólo de que se arrepiente sino de que espera al Señor con una actitud nueva en su estilo de vida.

P. Óscar Alejandro Hernández Zavala, m. j.

sábado, 1 de diciembre de 2012



Video reflexión del Domingo 02 de diciembre de 2012

Les comparto la video reflexión para este Domingo Primero del tiempo de Adviento. La puedes encontrar al final de este Blog de San Esteban o bien dando un click a la siguiente dirección:

http://www.youtube.com/watch?v=ExWYJpHGu4E

Reflexión Domingo 02 de diciembre de 2012


1er Domingo de Adviento

Esperar a Dios a través de actitudes que demuestren nuestra fe

La primera lectura del libro del profeta Jeremías es un anuncio de esperanza de parte de Dios hacia el pueblo de Israel. Éste pueblo que a pesar de ser invadido, débil, desolado y que ha perdido su rey cuenta con una promesa de esperanza no sólo de volver a ser una tierra en la que se vuelvan a escuchar cantos, celebrar fiestas, comprar y vender casas, campos y viñedos... sino que les ha sido dada una promesa de ser una  nación fuerte que volverá a tener un rey: un descendiente de la casa de David  que gobernará a su pueblo Israel. Junto a esa promesa de Dios el pueblo debe encontrar una forma justa de vivir, de acuerdo a los mandatos del Señor, mientras se espera esta realidad.

El Salmo 24 es la oración confiada de un creyente que a pesar de su dificultad pone su confianza en el Señor, pues sabe que el que espera en Él jamás queda avergonzado. Pues todo aquel que tiene fe en Dios encuentra caminos, descubre verdades, aprende actitudes de misericordia, de lealtad y sobre todo de amor por la ley del Señor, que es perfecta.

Los tesalonicenses son una comunidad que se distingue sobre todo por haber aceptado el Evangelio; más aún por vivir de acuerdo a esa Palabra de Dios que le ha sido proclamada. Sin embargo Pablo invita a la comunidad de Tesalónica a perseverar en el seguimiento de Jesús. La perseverancia tiene que ver no con cumplir preceptos humanos sino con recibir y expresar el amor del Señor y estar preparados para la venida de Cristo al cual se sirve ya desde esta tierra.

Hoy san Lucas nos habla, en el capítulo 21 de su Evangelio, de algunas señales que apuntan al fin del mundo, especialmente a la destrucción de Jerusalén, la Ciudad Santa. Un aspecto de mayor importancia, en este pasaje, es la venida en la gloria, del Hijo de Hombre: es decir, de Jesús. El creyente es invitado no sólo a reconocer esas señales sino a tener una actitud cristiana que lleve al seguidor de Cristo a la virtud, a la abstinencia pero sobre todo a la esperanza de que se abrazará un Reino eterno.

P. Óscar Alejandro Hernández Zavala, m. j.

sábado, 13 de octubre de 2012

domingo, 30 de septiembre de 2012

Reflexión 30 de septiembre de 2012



26 Domingo del Tiempo Ordinario

Estar en sintonía con la voluntad de Dios

Para Moisés no fue fácil ser el guía del pueblo de Dios. El pueblo que salió de Egipto no siempre supo enfrentar las dificultades que encontró por el desierto. Ciertamente ellos quería libertad, pero se olvidaron que cruzar, por largo tiempo, ese lugar árido tendría momentos ¡Más que difíciles! Moisés en algún momento sintió el peso de estar al frente del pueblo: ¡Llegó a hartarse! Sin embargo no se echó atrás y Dios le concedió una ayuda para poder llevar adelante su misión. Dios le dio, a 70 ancianos, un espíritu semejante al de Moisés para ayudarlo en su misión. El libro de los números nos presenta en qué forma surgen los celos entre los servidores de Moisés. De esos 70 elegidos dos no estaban en el tiempo señalado y en el lugar preciso. Sin embargo había recibido ese Espíritu. Y algunos buscan que no se les permita actuar. Los que piensan así no son los extraños: ¡Son los más cercanos a Moisés! Sin embargo éste se alegra porque Dios realiza sus obras en medio del pueblo.

Cuando amamos algo buscamos distintos modos de nombrar esa realidad. En el salmo 18 el creyente utiliza diferentes formas para describir la Palabra de Dios y señala distintos frutos que se obtienen cuando uno está atento  a esa Palabra.  El salmista nos ofrece distintos modos de llamar a la Palabra y distintas realidades que ella nos hace experimentar:

1)   La ley del Señor es perfecta y es alivio para el alma
2)   Los decretos del Señor son confiables  y dan sabiduría al sencillo.
3)   El temor del Señor es puro y permanece para siempre.
4)   Los juicios del Señor son verdad y enteramente justos.

La Palabra del Señor tiene poderosos dones para quien la escucha. El salmista está atento a la Palabra no sólo para alcanzar el auxilio de Dios sino para encontrar en ella humildad y la capacidad de vivir conforme a lo que ella pide.

Dios nos ha dado todo. Jesús, su Hijo, nos ha entregado el más precioso regalo: su propia vida. Los cristianos están llamados a ser discípulos de Cristo y aún más: están invitados a imitar al maestro en su generosidad y en su caridad hacia el pobre. Al hablar de esa generosidad de Dios el apóstol se verá en la obligación de hablar a los ricos. Santiago hablará a aquellos que se enriquecen por medio de la corrupción, y también a aquellos que se olvidan las necesidades de sus hermanos y hermanas. Santiago, al igual que Jesús, hablará a la comunidad para prevenirla de la ambición. El dinero puede convertirse en un falso dios que puede conducir, a aquel que vive para él, a la destrucción y a la muerte.

Marcos nos presenta una situación especial: alguien que no es apóstol está curando en el nombre de Jesús. Para algunos, que son sus discípulos, esto resulta algo incorrecto. Sin embargo, Jesús les enseñará un gran verdad: el que está con nosotros está a nuestro favor. Es decir todo aquel que desea el bien hará cosas buenas. Para Jesucristo la señal de ser auténtico Hijo de Dios se encuentra en el deseo de imitarlo en su testimonio de amor, en el cuidado de los pequeños y en seguir el camino que conduce al Padre.

P. Óscar Alejandro Hernández Zavala, m. j.