jueves, 28 de junio de 2012

Video reflexión 01 de julio de 2012


Reflexión del Domingo 13 del Tiempo Ordinario

Te presento la reflexión del domingo 01 de julio de 2012. Puedes ver esta reflexión en la siguiente dirección: 


http://www.youtube.com/watch?v=fA2MQ9ddpGQ&feature=plcp


O bien encontrarla al final de este blog de Actualidades Josefinas.

miércoles, 27 de junio de 2012

Hacer nuestros los sentimientos de Cristo (Versión Pastoral)

Para nuestra formación
Nuestra oración está hecha, como hemos visto en los pasados miércoles, de silencio y de palabras, de canto y de gestos que implican a toda la persona: desde la boca hasta la mente, del corazón a todo el cuerpo. Es una característica que encontramos en la oración judía, especialmente en los Salmos. Hoy quisiera hablar de uno de los cantos o himnos más antiguos de la tradición cristiana, que San Pablo nos presenta en lo que, en cierto sentido, es su testamento espiritual: la Carta a los Filipenses. Se trata de una carta que el Apóstol escribe mientras está en la cárcel, tal vez en Roma. Él se siente cercano a la muerte, porque afirma que ofrecerá su vida como una libación (cf. Flp 2,17).
A pesar de esta situación de grave peligro para su integridad física, San Pablo, en todo el texto, expresa la alegría de ser discípulo de Cristo, de poder ir a su encuentro, hasta el punto de ver la muerte no como una pérdida sino como una ganancia. En el último capítulo de su carta hay una fuerte invitación a la alegría, una característica fundamental de nuestro ser cristianos y de nuestra orar. San Pablo escribe: "Estén siempre alegres en el Señor, lo repito de nuevo: ¡Alégrense!" (Filipenses 4,4). ¿Pero cómo puede regocijarse frente a una sentencia de muerte, ya inminente? ¿De dónde, o mejor, de quién San Pablo recoge la serenidad, la fuerza, el coraje de ir hacia su martirio, y al derramamiento de sangre?
La respuesta la encontramos en el centro de la Carta a los Filipenses, en lo que la tradición cristiana llama el canto para Cristo, o más comúnmente el "himno cristológico"; un canto que centra toda la atención en los "sentimientos" de Cristo, es decir, en su modo de pensar y su actitud concreta, vivida. Esta oración comienza con una exhortación: "Tengan los mismos sentimientos de Cristo Jesús" (Filipenses 2,5). Estos sentimientos se presentan en los siguientes versículos: el amor, la generosidad, la humildad, la obediencia a Dios, el don de uno mismo. No se trata simplemente de seguir el ejemplo de Jesús como una costumbre, sino de involucrar toda la existencia en su propia manera de pensar y actuar. La oración debe llevar hacia un conocimiento y una unión en el amor cada vez más profunda con el Señor, para poder pensar, actuar y amar como Él, en Él y por Él. Ejercitarse en eso, aprender los sentimientos de Jesús es el camino de la vida cristiana.
Benedicto XVI
27 de junio de 2012
Sala Pablo VI

Reflexión del Domingo 01 de julio de 2012

13 Domingo Ordinario

Dios amigo de la vida

Hay algo muy claro que tiene Jesús, quiere un mundo de iguales donde todos puedan convivir, dejando a un lado las injusticias, las enfermedades, la muerte. Jesús quiere ver un mundo regido por un Dios que, como dice el libro de la Sabiduría, no hizo la muerte, ni goza con la destrucción de los vivientes, sino que crea al hombre para que nunca muera. Pablo también quiere ver que en las comunidades se viva en igualdad, y para superar esas situaciones de desigualdad invita a hacerlo a través de la generosidad. Para ello pone el ejemplo de Jesús que, siendo rico se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza y hacer un mundo más igualitario donde la abundancia de unos remedie la carencia de otros.

Jesús se ha dado cuenta muy bien de que los enfermos, excluidos en buena parte de la convivencia, son los que más sufren la desigualdad y marginación en la sociedad. Jesús se dedica a ellos antes que a nadie. Se acerca a los que se consideran abandonados por Dios y despierta en ellos la confianza para integrarse nuevamente en la comunidad.

Es el caso de la hija de Jairo y la mujer que padecía flujo de sangre desde hacia doce años, narrados en el evangelio de san Marcos. Por una parte es el papá de la pequeña, tal vez desesperado y desilusionado, quien acude a Jesús buscando vida para su hija. Por otra parte, es la mujer enferma desde hacía doce años quien va en busca de Jesús. En ambos hay algo en común que los lleva a acercarse a Jesús: la fe. Gracias a la fe, la mujer y la niña experimentaron en su propia carne la fuerza curadora de un Dios amigo de la vida.

La invitación para cada uno de nosotros es alimentar nuestra fe, dejar el miedo para ir al encuentro de Jesús y dejarnos transformar por el maestro de vida que enseña a vivir de manera diferente bajo el signo del Reino de Dios.

P. Álvaro Frías Turrubiartes, MJ

sábado, 23 de junio de 2012



Reflexión de la Solemnidad de Juan el Bautista

Te presento la reflexión del domingo 24 de junio de 2012. Puedes ver esta reflexión en la siguiente dirección o bien encontrarla al final de este blog de Actualidades Josefinas.


P. Óscar Alejandro, m. j.

El Papa continúa hablándonos de la oración (Versión pastoral)


Para nuestra formación 
Nuestra oración es muchas veces, una petición de ayuda en momentos de necesidad. Y esto es normal para el hombre porque necesitamos ayuda, necesitamos de los demás, necesitamos de Dios. Así es que para nosotros es normal pedirle algo a Dios, buscar su ayuda; y debemos tener en cuenta que la oración que el Señor nos enseñó: el "Padre nuestro" es una oración de petición, y con esta oración el Señor nos enseña la importancia de nuestra oración, limpia y purifica nuestros deseos, y de este modo limpia y purifica nuestro corazón. Así es que, si de por sí es algo normal que en la oración pidamos alguna cosa, no debería ser siempre así.
Hay también ocasión para dar gracias, y si estamos atentos, veremos que recibimos de Dios tantas cosas buenas: es tan bueno con nosotros que conviene, es necesario darle gracias. Y esta debe ser también una oración de alabanza: si nuestro corazón está abierto, a pesar de todos los problemas, apreciamos también la belleza de su creación, la bondad que nos muestra en su creación. Por lo tanto, no solo debemos pedirle, sino también alabar y dar gracias: solo así nuestra oración es completa.
En la oración constante, en la relación diaria con Dios, aprendemos también nosotros, como san Pablo, a distinguir con más claridad los signos del plan de Dios y de su acción: de la belleza del Creador, en la belleza que surge de sus criaturas (Ver: Efesios 3,9 ), como lo canta san Francisco de Asís: "Alabado sea mi Señor, con todas tus criaturas" (Florecillas 263). Es importante estar atento aún ahora, en el periodo de las vacaciones, a la belleza de la creación y ver revelarse en esta belleza el rostro de Dios. En sus vidas, los santos indican de modo brillante qué puede hacer el poder de Dios en la debilidad del hombre. Y puede hacerlo también con nosotros. En toda la historia de la salvación, en la que Dios se ha hecho cercano a nosotros y espera pacientemente nuestros tiempos, incluyendo nuestras infidelidades, alienta nuestros esfuerzos y nos guía. En la oración aprendemos a ver los signos de este plan misericordioso en el camino de la Iglesia. Así, crecemos en el amor de Dios, abriendo la puerta a fin de que la Santísima Trinidad venga a habitar en nosotros, ilumine, caliente, guíe nuestra existencia.
Queridos amigos, cuando la oración alimenta nuestra vida espiritual nos volvemos capaces de conservar aquello que san Pablo llama "el misterio de la fe" en una conciencia pura (Ver: Primera carta de Timoteo 3,9). La oración como una forma de "acostumbrarse" a estar junto a Dios, crea hombres y mujeres animados no por el egoísmo, del deseo de poseer, de la sed de poder, sino de la gratuidad, del deseo de amar, de la sed por servir, es decir, animados por Dios; y solo así se puede llevar luz a la oscuridad del mundo.

Benedicto XVI
Audiencia 20 de junio de 2012
Plaza de San Pedro

Reflexión del Domingo 24 de junio de 2012


Domingo 12 del Tiempo Ordinario

Elegidos por Dios anunciar su salvación
                                                          
Hoy escuchamos en la primera lectura, del libro del profeta Isaías, el segundo cántico del Siervo de Yahvéh. El siervo es un personaje quien es fiel a Dios y se abandona totalmente a Él. Si bien el Rey Ciro fue presentado, en los capítulos anteriores, como un instrumento del Señor, no se compara con el Siervo. El Siervo se presenta como aquel a quien el Señor ha llamado desde que estaba en el vientre de su madre, como aquel que hiere con su Palabra, como aquel que es defendido por Dios, como aquel que ha sido escondido como un arma. ¡Y no termina aquí!: el Siervo será puesto por Dios como aquel que dará unidad a Israel e iluminará a las naciones.

En el Salmo 139 el salmista tiene la conciencia de encontrarse frente a Dios, pues  es Él quien  lo conoce y lo acompaña a donde quiera que el vaya. Aunque quiera no puede escapar de su presencia. El Señor saldrá continuamente al encuentro de todo creyente con su amor y su misericordia: pues sólo el Creador conoce hasta lo profundo a la persona y sus necesidades más íntimas.

En el libro de los Hechos de los Apóstoles encontramos a Pablo que comenta la palabra de Dios en una sinagoga, de Antioquía de Pisidia. En su comentario, el Apóstol ha hablado de personajes del Antiguo Testamento que tienen conexión con Jesús que es señalado como Hijo de David. Pero también Cristo está relacionado con la figura de Juan el Bautista que lo señala como alguien inmensamente más grande que Él. Lo que Pablo comparte en la sinagoga no es simplemente un comentario a la Palabra de Dios: el Apóstol más bien da conocer la Salvación que Jesucristo ha venido a traer al pueblo.

San Lucas nos presenta hoy el nacimiento de Juan el Bautista. En los primeros versículos de este capítulo vimos el anuncio del nacimiento de Juan, a Zacarías, su incredulidad al mensaje y su pérdida del habla por no haber creído a las palabras del Ángel. El texto del Evangelio que leemos hoy nos habla del cumplimiento de lo anunciado a Zacarías, es decir: Isabel es madre, a pesar de que no podía tener hijos. No fue impedimento que él y su mujer fueran ya viejos. El nombre de Juan significa: Dios es favorable. Zacarías apoya a su mujer en poner este nombre a Juan pues es un hombre que al ver el cumplimiento de las promesas de Dios le es devuelta la palabra para que proclame lo que Dios ha hecho en su vida y está por realizar en su pueblo.

P. Óscar Alejandro Hernández Zavala, m. j.

El Papa nos invita a encontrarnos a diario con el Señor (Versión Pastoral)



Para nuestra formación

El encuentro diario con el Señor y la frecuencia en los sacramentos puede abrir nuestras mentes y nuestros corazones a su presencia, a sus palabras, a su acción. La oración no es sólo el respiro del alma, sino que —para usar una imagen— también es un oasis de paz, en el que podemos encontrar el agua que alimenta nuestra vida espiritual y transforma nuestra existencia. Y Dios nos atrae hacia sí, nos hace subir la montaña de la santidad, para que nos acerquemos cada vez más a Él, ofreciéndonos a lo largo del camino sus luces y consuelos. Ésta es la experiencia personal a la que se refiere san Pablo, en el capítulo 12 de la Segunda Carta a los Corintios.

Ante quienes cuestionaban la legitimidad de su apostolado, él no enumera tanto las comunidades que había fundado, los kilómetros que había recorrido; no se limita a recordar las dificultades y la oposición que enfrentó con el fin de anunciar el Evangelio, sino que indica su relación con el Señor, una relación tan intensa, que se caracteriza también por momentos de éxtasis, de contemplación profunda (cf. 2 Corintios 12,1), por lo que no presume de lo que hizo, de su fuerza, de sus actividades, de su éxitos, sino de la acción que ha hecho Dios en él y a través de él.

San Pablo sigue diciendo que, precisamente, para no sentirse más por la grandeza de las revelaciones recibidas, lleva consigo una "espina" (2 Cor 12, 7), un sufrimiento, y suplica con fuerza al Resucitado, que lo libere del ángel de Satanás. Tres veces —cuenta— oró fervientemente al Señor para que le alejara esa prueba. Y "oyó palabras inefables que el hombre es incapaz de repetir" (v. 4), recibe la respuesta a su súplica. El Resucitado le dirige unas palabras claras y tranquilizadoras: "Te basta mi gracia, porque mi poder triunfa en la debilidad" (v. 9).

El comentario de Pablo sobre estas palabras puede dejar sorprendidos. Por eso, me complazco en mis debilidades, en los oprobios, en las privaciones, en las persecuciones y en las angustias soportadas por amor de Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte "(v. 9b-10).

En primer lugar, ¿de qué debilidades habla el Apóstol? ¿Qué es esa espina en la carne? No lo sabemos y no lo dice, pero su actitud nos hace comprender que todas las dificultades en el seguimiento de Cristo y en el testimonio de su Evangelio, pueden ser superadas si nos abrimos con confianza a la acción del Señor.

Esto vale también para nosotros. El Señor no libera de los males, pero nos ayuda a madurar en los sufrimientos, en las dificultades, en las persecuciones. La fe, por lo tanto, nos dice que, si permanecemos en Dios "aunque nuestro hombre exterior se vaya destruyendo, nuestro hombre interior se va renovando día a día, precisamente en las pruebas" (v. 16). El Apóstol comunica a los cristianos de Corinto —y también a nosotros— que "nuestra angustia, que es leve y pasajera, nos prepara una gloria eterna, que supera toda medida" (v. 17). En realidad, humanamente hablando, no era un peso ligero el de las dificultades, era gravísimo. Sin embargo, en comparación con el amor de Dios, con la grandeza de ser amados por Dios, se vuelve ligero, sabiendo que la cantidad de la gloria será inconmensurable. 

Benedicto XVI
Audiencia 13 de junio de 2012
Plaza de San Pedro

viernes, 22 de junio de 2012

Reflexión 17 de junio de 2012


XI DOMINGO ORDINARIO

La semilla del Reino de Dios

Frente a las interpretaciones oscuras y complejas con las que los maestros de la ley hablaban a sus oyentes, las palabras de Jesús se imponen con una gran claridad. Frente a los discursos elaborados y difíciles de entender, las enseñanzas de Jesús giran entorno a la experiencia en la vida cotidiana de aquella gente que se acercaba a escuchar su mensaje.

Antes que Jesús, los profetas recurrían a un discurso sencillo y claro para hablar de Dios. El profeta Ezequiel compara la acción de Dios con la de un campesino que reforesta las cumbres áridas con cedros que se caracterizan por su tamaño excepcional, por la duración de la madera y por su singular belleza. El nuevo Israel será como un nuevo árbol plantado en lo alto y perdurara por años como un cedro alto y frondoso.

San Pablo, de igual manera, recurre a este lenguaje sencillo. Nos habla del cuerpo como un domicilio provisional pero imprescindible, para luego alcanzar una residencia permanente en un cuerpo resucitado.

La gran virtud de las parábolas es la de superar los obstáculos del entendimiento. Jesús habla del Reino de Dios recurriendo a algo que es parte de la vida y trabajo de sus oyentes. El Reino de Dios es como la fuerza interna de una semilla, que opera sin que el campesino se percate. Si la semilla encuentra las condiciones favorables, crecerá.

Por una parte está la labor del campesino que le toca preparar el terreno, dar los cuidados necesarios para que la semilla germine y se fortalezca, y posteriormente a su debido tiempo coseche los frutos. Por otra parte está la admiración en cómo la semilla de mostaza, que es la mas pequeña de las semillas, llega a convertirse en el mas grande de los arbustos que hasta los pájaros pueden anidar bajo su sombra. Lo mismo ha de suceder con la semilla de la cual ha de brotar el Reino de Dios.

P. Álvaro Frías Turrubiartes, MJ

sábado, 16 de junio de 2012

Video reflexión del 17 de junio de 2012

Reflexión 

Domingo 11 del Tiempo Ordinario


Te compartimos el video de la reflexión de este Domingo XI de junio de 2012. El P. Álvaro nos regala esta hermosa reflexión. Puedes encontrar esta videoreflexión en la siguiente dirección:


O bien al final de este blog de San Esteban.

Que Dios te regale un buen domingo.


sábado, 9 de junio de 2012

Video Reflexión 10 de junio de 2012



Reflexión del Corpus Christi

Te presento la reflexión del domingo 10 de junio de 2012. Puedes ver esta reflexión en la siguiente dirección o bien encontrarla al final de este blog de Actualidades Josefinas.

http://www.youtube.com/watch?v=43KGF9ETvPM

P. Óscar Alejandro, m. j.

Reflexión Domingo 10 de junio de 2012


Noveno Domingo del Tiempo Ordinario
Dios está siempre atento a la liberación del hombre

En el libro del Éxodo nosotros encontramos a Moisés que se dirige al pueblo para expresarles la alianza que Dios quiere hacer con ellos. El pueblo ya ha sido testigo de la liberación de Egipto, ha sido alimentado, ha saciado su sed, ha sido conducido por el desierto. Dios quiere recordarle al pueblo que Él es su liberador, si le da los mandamientos no es para hacerlo esclavo de unas leyes sino hacer que esos preceptos sean caminos que impidan que el ser humano vuelva ser un esclavo.
      
En el Salmo 116 el salmista es testigo de todos los detalles de amor que el Señor ha obrado por Él:  en primer lugar el fiel deber recordar la conciencia del amor de Dios por su pueblo, y en segundo la experiencia de haber sido liberado por el Señor. La gratitud, el compromiso y el testimonio serán la prueba de que el creyente tiene presentes las obras del Señor.

El autor de la carta a los Hebreos tiene como objetivo animar aquellos que han dejado las prácticas rituales judías para vivir de acuerdo a los mandatos de Jesús. La figura del sumo sacerdote era una figura especial para ellos: era el mediador entre Dios el pueblo y era además aquel que ofrecía víctimas para obtener, de Dios, el perdón del pueblo. ¿En quién encontrarán entonces esa figura? El escritor Sagrado presenta a Jesús no sólo como aquel que representa el sumo sacerdocio sino que lo señala como aquel quien verdaderamente representa esa misión, no sólo porque intercede ante Dios por los hombres sino sobre todo porque ha dado su vida y derramado su sangre para la salvación de todos.

En el Evangelio de san Juan encontramos que Jesús prepara la cena de Pascua con sus discípulos. Él y los suyos quieren recordar el gran acto de liberación de Dios que ha sacado a su pueblo de Egipto. Sin embargo, algo grande está por suceder en esa cena: Jesús identificará su Cuerpo, que está por entregar, con el pan y la sangre, que está por derramar, con el vino de esa celebración pascual. No se tratará sólo de pensamientos hermosos: las palabras de Cristo están por cumplirse en su Pasión. La muerte del Maestro no será una muerte inútil, será más bien el gran gesto de salvación de Dios que abrazará no sólo a un pueblo, sino a todos los hombres.
 P. Óscar Alejandro Hernández Zavala, m. j.

sábado, 2 de junio de 2012

Reflexión 03 de junio de 2012



Reflexión Domingo de la Santísima Trinidad

Ya puedes ver la reflexión del Domingo de la Santísima Trinidad al final de las entradas de cada día o bien puedes ir a la siguiente dirección: