sábado, 23 de junio de 2012

Reflexión del Domingo 24 de junio de 2012


Domingo 12 del Tiempo Ordinario

Elegidos por Dios anunciar su salvación
                                                          
Hoy escuchamos en la primera lectura, del libro del profeta Isaías, el segundo cántico del Siervo de Yahvéh. El siervo es un personaje quien es fiel a Dios y se abandona totalmente a Él. Si bien el Rey Ciro fue presentado, en los capítulos anteriores, como un instrumento del Señor, no se compara con el Siervo. El Siervo se presenta como aquel a quien el Señor ha llamado desde que estaba en el vientre de su madre, como aquel que hiere con su Palabra, como aquel que es defendido por Dios, como aquel que ha sido escondido como un arma. ¡Y no termina aquí!: el Siervo será puesto por Dios como aquel que dará unidad a Israel e iluminará a las naciones.

En el Salmo 139 el salmista tiene la conciencia de encontrarse frente a Dios, pues  es Él quien  lo conoce y lo acompaña a donde quiera que el vaya. Aunque quiera no puede escapar de su presencia. El Señor saldrá continuamente al encuentro de todo creyente con su amor y su misericordia: pues sólo el Creador conoce hasta lo profundo a la persona y sus necesidades más íntimas.

En el libro de los Hechos de los Apóstoles encontramos a Pablo que comenta la palabra de Dios en una sinagoga, de Antioquía de Pisidia. En su comentario, el Apóstol ha hablado de personajes del Antiguo Testamento que tienen conexión con Jesús que es señalado como Hijo de David. Pero también Cristo está relacionado con la figura de Juan el Bautista que lo señala como alguien inmensamente más grande que Él. Lo que Pablo comparte en la sinagoga no es simplemente un comentario a la Palabra de Dios: el Apóstol más bien da conocer la Salvación que Jesucristo ha venido a traer al pueblo.

San Lucas nos presenta hoy el nacimiento de Juan el Bautista. En los primeros versículos de este capítulo vimos el anuncio del nacimiento de Juan, a Zacarías, su incredulidad al mensaje y su pérdida del habla por no haber creído a las palabras del Ángel. El texto del Evangelio que leemos hoy nos habla del cumplimiento de lo anunciado a Zacarías, es decir: Isabel es madre, a pesar de que no podía tener hijos. No fue impedimento que él y su mujer fueran ya viejos. El nombre de Juan significa: Dios es favorable. Zacarías apoya a su mujer en poner este nombre a Juan pues es un hombre que al ver el cumplimiento de las promesas de Dios le es devuelta la palabra para que proclame lo que Dios ha hecho en su vida y está por realizar en su pueblo.

P. Óscar Alejandro Hernández Zavala, m. j.