viernes, 27 de enero de 2012

Preparando la campaña del DSF 2012

Ve y da fruto que permanezca...

Mis queridos amigos en Cristo:

Las incontables bendiciones de nuestra fe provienen de la infinita bondad de Nuestro Dios, revelada en Jesús. Uno de esos supremos regalos es cuando Nuestro Señor nos llama sus amigos. El nos asegura que nosotros no lo escogimos a Él, pero en su grandeza, Él nos escogió a nosotros, se concentró en nosotros y compartió con nosotros. Como receptores de tan maravilloso amor, nosotros estamos obligados a retornárselo a Dios a través de nuestro vecino.

Yo soy completamente consciente que nuestra nación encara tiempos económicos difíciles y que, esas dificultades económicas llegan a toda nuestra Arquidiócesis y afecta a muchos de ustedes. Yo, sin embargo debo mencionar a ustedes, que los ministerios apoyados por los fondos del DSF, también actúan en toda nuestra Arquidiócesis, uniendo a miles de seres humanos. Ellos los escuchan a ustedes y a cualquiera que los necesite, debido a la generosidad de quienes desean dar, aunque sean, pequeñas cantidades de dinero. Esta franqueza y disponibilidad del ministerio, es la misión pastoral de la iglesia.

Su contribución al DSF, beneficia al Ministerio de la Vida Familiar, el cual apoya familias en cada escenario de tal forma, que todos ellos pueden conformar la fuerte estructuración de la sociedad. El DSF permite a la Oficina de Vocaciones, apoyar a la gente que profesa y responde al llamado de Cristo a una vocación sacerdotal en la Iglesia; y forma futuros pastores, en la medida en que ellos se entregan al servicio de Cristo y de su Iglesia.

La Oficina de Culto, nos ayuda a elevar nuestros corazones a Cristo, en la magnificencia de la Liturgia de la Iglesia. La Oficina del Ministerio Hispánico, celebra y apoya a la comunidad Hispánica y, el Ministerio de la Formación de Programas de la música Hispánica ayuda a renovar y a fortalecer la música en las liturgias en lengua española. Así como estos ministerios nos ayudan a consagrar nuestras vidas a Nuestro Señor, los Ministerios Correccionales ayudan a los encarcelados quienes, ahora, ofrecen a Dios su vidas. Su participación en el DSF es un generoso regalo directo a más de 60 ministerios en la Arquidiócesis de Galveston-Houston: efectivamente, éste es un regalo a innumerables seres humanos.

Nosotros oramos cada día, en la Misa, por ser un “eterno regalo” para el Señor, buscando apoyar el fruto verdadero entre la gente de Dios. Yo les solicito a ustedes considerar piadosamente una contribución al DSF, como un alimento para que el fruto florezca. Con el apoyo a nuestros Ministerios Arquidiocesanos yo, sinceramente, les ofrezco mi gratitud. Con mis oraciones para que Dios envíe sus bendiciones a cada unos de ustedes, me suscribo

Su pastor en la Fe:

Daniel Cardenal DiNardo Arzobispo de Galveston-Houston